VIOLENCIA Y AGRESIVIDAD

AGRESIÓN Y VIOLENCIA, UNA DIMENSIÓN SOCIAL

La agresión puede ser definida como cualquier forma de conducta dirigida a dañar o perjudicar a otro ser vivo. A partir de esta definición, que incluye una amplia variedad de comportamientos interpersonales, grupales y sociales, se puede diferenciar entre dos tipos de conducta agresiva:

La agresión afectiva, que se refiere a la agresión cometida con el fin último de causar un daño.

La agresión instrumental, en la que la conducta agresiva supone un medio para obtener una meta u objetivo, siendo el daño un aspecto secundario de la finalidad.
Teniendo en cuenta la clasificación anterior, se puede afirmar que en la vida cotidiana, lo más frecuente es que se produzca una convergencia entre ambas motivaciones, ya que se agrede tanto por el deseo de hacer daño como por la expectativa de que este comportamiento permitirá lograr algún resultado o ventaja.


La violencia y la agresión son fenómenos que tradicionalmente han interesado al psicólogo, y a los científicos sociales de diferentes ámbitos. En este sentido, el interés en analizar estas variables se ha ido renovando permanentemente, a medida que a lo largo de los años, o al comparar sociedades coetáneas, se detectan diferencias en el predominio de unas formas de agresión u otras.


A lo largo de las últimas décadas el estudio de la agresión está marcado por un profundo interés en transformar la sociedad, de tal forma que contribuya al desarrollo  de una cultura de la paz en la que la justicia, la igualdad y la ausencia de humillación prevalezcan sobre otras formas de cultura que pueden fomentar la agresividad. Desde estas perspectivas no se plantea tanto la extinción de los comportamientos agresivos como la creación de una sociedad que aliente comportamientos alternativos.


La conducta agresiva en determinadas circunstancias es adaptativa y, en cualquier caso, constituye un elemento normal del repertorio de conductas del ser humano. Por tanto la conducta agresiva no necesariamente supone una manifestación de anomalías. De hecho, este tipo de conductas están muy influidas por dos factores inherentes a cualquier sociedad. Por un lado se considera que las conductas agresivas son susceptibles de adquirirse y mantenerse a través del aprendizaje social. Por otro lado, se ha demostrado que la cultura regula el uso de la agresión a través de las normas sociales, lo que explica las grandes diferencias que existen entre las distintas culturas en las tendencias a manifestar agresión en la propia sociedad y en sus relaciones con otras sociedades y culturas.


psicólogos online
18 de abril del 2012
https://clicpsicologos.wordpress.com/2012/04/18/agresion-y-violencia-una-dimension-social/

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