RELACIONES SOCIALES

RELACIONES SOCIALES


Hemos visto durante los inicios de este curso el cómo pensamos y conocemos nuestro entorno social; posteriormente estudiamos cómo nos influimos unos a otros. Ahora nos corresponde abocarnos a estudiar cómo nos relacionamos con los demás, unos con otros. Al respecto podemos señalar que nuestros sentimientos y acciones hacia las personas a veces son negativos y a veces positivos. El prejuicio y la agresión son dos aspectos que resultan desagradables en las relaciones humanas y a los cuales la Psicología Social le ha dedicado gran cantidad de investigaciones y estudios debido a su importancia y relevancia en la interacción social. De esta manera ha tratado de responder a preguntas como ¿Por qué no nos agradamos e incluso por qué nos despreciamos, los unos a los otros? ¿Por qué y cuándo nos lastimamos mutuamente? No obstante lo anterior, felizmente las relaciones humanas también están marcadas por aspectos agradables, que también han resultado interesantes de estudiar, y es así como la Psicología Social ha profundizado en temas como la atracción interpersonal e intimidad y en las conductas de altruismo, buscando respuestas a preguntas tales como ¿Por qué nos agradan o amamos a determinadas personas? ¿En qué ocasiones ofrecemos ayuda a nuestros amigos o a los extraños? Finalmente, dentro del área de las Relaciones Sociales resultan particularmente importante estudiar El Conflicto y la conciliación, analizar cómo se desarrolla y qué conocimientos nos aporta la Psicología Social que nos ayuden a enfrentarlos y a resolverlos de manera justa y amigable.


El Prejuicio: El desagrado por los demás




¿Qué es el prejuicio? Es una preconcepción negativa hacia un grupo y hacia sus miembros individuales. El prejuicio nos sesga contra una persona basándose únicamente en que la identificamos con un grupo particular. El prejuicio es una actitud y las evaluaciones negativas que caracterizan el prejuicio pueden originarse a partir de asociaciones emocionales, de la necesidad de justificar el comportamiento, o de creencias negativas llamadas estereotipos. Estereotipar es generalizar y tales generalizaciones pueden tener un germen de verdad. El estereotipo se define como la creencia respecto a los atributos personales de un grupo de personas. Los estereotipos pueden ser excesivamente generalizados, inadecuados y resistentes a nueva información. El prejuicio es una actitud negativa; la discriminación es una forma de comportamiento negativa. El comportamiento discriminatorio, con frecuencia, aunque no siempre, tiene su fuente en actitudes que prejuzgan. Dos formas particulares de prejuicios ampliamente estudiados en la literatura son: los prejuicios raciales y de género.

psicólogo nelson castro mendez
lunes 14 de noviembre 2005
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